“La música renacentista es del siglo XVI, y es muy similar al rock en algunos aspectos, incluso en su estructura melódica. Casi toda está tocada en cuartas y quintas. Además, el entorno es similar: en el medioevo y el renacimiento la música era un punto de reunión, y la gente se emborrachaba y la pasaba bien en los ‘shows’. Además, tiene la misma intensidad del rock.”
Palabras del mismísimo Ritchie Blackmore en una entrevista que dió al diario Página 12 en el año 1999.
Para entender más o menos qué es Blackmore’s Night hay que ir hasta 1989, en ese entonces Ritchie seguía siendo guitarrista de Deep Purple, mientras se jugaba un torneo de fútbol, entre los cuales Ritchie era parte del equipo Purple, una fecha tocó contra los trabajadores de una radio de Long Island NY la cual laburaba y en la tribuna estaba Candice Lauren Isralow después conocida como Candice Night. Bueno, luego de ese partido, la blonda se le acerca a Ritchie a pedirle un autógrafo y la magia de las gitanas oceánicas se revela.
La cuestión es que los dos pasaron por una relación amistosa hasta que no se pudo más y ya el asunto se convirtió en romance.
Una cosa lleva a la otra, Ritchie abandona Purple, reforma a Rainbow invitando a Candice a formar parte de los coros, hasta abandonar completamente la eléctrica y centrarse en la guitarra clásica.
Shadow Of The Moon se lanzó en 1997 y fue todo una sorpresa, adiós al Hard Rock duro y parejo aunque más arriba él diga lo contrario, y hola a la música del medioevo-renacentista-baladezca.
Por su extensa carrera, se sabe que todo lo que toca Blackmore nunca va a ser malo, y aunque vos seas un hardrockero del palo, esto te va a ablandar el corazón.
Shadow Of The Moon abre con su tema homónimo, con cuerdas y ambientes arabescos, algo oscuro y misterioso, pero eso es algo que a lo largo del disco va a ir perdiendo.
Este disco en mi opinión es muy escuchable y agradable al oído, Candice tiene un timbre de voz muy amigable, como si fuera una cantante de música para niños, pero esto no la rebaja ni un poquito, ojo. La banda, que no conozco en ese momento ni quienes eran, supongo que han seguido al pie de la letra las directivas de Ricardo, por lo que suenan muy bien.
El álbum tiene a mi entender dos joyas, una y la principal, es Play Minstrel Play, increíble, melodías y cambios inesperados, una mano de Ritchie mágica y la participación de Ian Anderson (Jethro Tull) en la flauta.
La otra joya es Greensleeves, donde interpretan un clásico del folk Inglés donde se dice que fue compuesta por Enrique VIII a Ana Bolena y un gran bla bla bla, es increíble lo Rainbow que suena.
Quiero recalcar, el disco tiene dos joyas, pero tengo la mala costumbre de subir siempre discos buenos, y este es otro de la lista. Yo personalmente, en los tempranos 2003 por ahí, cuando supe de esto, apenas lo escuché me enamoré con los ojos cerrados y me compré todos los discos que encontré sin arrepentirme de nada.
«Bah, lo sacan para recaudar guita nomás». Tal vez sí, tal vez haya demasiado material inédito y se hace por los fans. De todas formas, si hay algo que no se puede poner en duda es que a estos músicos le haga falta recaudar guita.
Con ya dos años de gira tras la reunión, los fans (me incluyo obviamente) estamos siempre a la espera del gran notición «GUNS N’ ROSES EDITARÁ UN NUEVO DISCO CON LA FORMACIÓN ORIGINAL» cosa que es totalmente incierta. De todas formas esta edición Deluxe calma un poco las aguas y llena de esperanza lo antes mencionado.
Y qué trae? Pues no mucho, por lo menos la edición más barata que pude conseguir yo… En el primer disco, lo mismo, el Appetite For Destruction que ya conocemos, sin modificaciones de ningún tipo. O sea, lo tengo dos veces ahora…
El segundo CD es el protagonista. Aunque arranque con las cuatro canciones que están en Live ?!*@ Like a Suicide ( las tengo dos veces ahora). El plato comienza con una versión en vivo y más adentrado el CD otra de estudio que fue el corte si se quiere «Shadow Of Your Love». Temazo de las arcas de Hollywood Rose, no inédito pues se lo conocía por filtraciones y una edición algo improvisada que fue Roots Of Guns N’ Roses en el 2004.
Versiones Demo sin cuidados como «Welcome To The Jungle», «Out Ta Get Me» y en sesiones del mítico estudio Sound City suenan con total falta de producción, aunque para el oído acostumbrado a la definitiva, lo llena de un gusto alternativamente rico.
Por otro lado, se incluyen versiones en vivo por ejemplo «It’s So Easy» y «Knockin’ On Heaven’s Door» la cual se conocía ya por registros de las viejas épocas antes de los Illusion.
Junto a este cover, también está una muy linda «Whole Lotta Rosie» de AC/DC que hace agitar la cabeza.
Todo bien hasta que aparecen dos JEMAS acústicas, la primera «You’re Crazy» no muy diferente de la versión que aparece en LIES pero con un aire renovado, con olor a comida recién hecha y «Move To The City» rarísima y carismática, lo mejor.
Finalmente cierra con temas del LIES como para que me quede claro ahora que son tres las placas que tengo dos veces.
Finales de los 90, el auge del New Metal estaba subiendo a pasos agigantados. Mtv no paraba de pasar cosas como Korn, Linkin Park, Limp Bizkit, Staind, por otro lado un sinfin de bandas que solamente se las recuerda por un sólo tema con un video clip con tono tenue o fiestero completamente falto de contenido. Resulta ser que unos pibes de Iowa que hacía rato que venían amasando la idea de salir a la cancha entre demo y demo y con la particularidad de vestirse con maquillaje (en ese momento antes de pasar a las máscaras) llaman la atención del productor Ross Robinson que los ayuda con el primer disco homónimo, o sea, «Slipknot».
El puntapié de la popularidad se lo da la actuación en el 1999 del Ozzfest. Salen 9 tipos a escena, un vocalista, dos guitarristas, un bajista, un baterista que se cagaba de calor, dos dj’s y dos tipos que les pegan a unos tachos de metal. En resumen, la rompieron ahí y por todos lados, forjando una carrera impresionante y dándose un renombre a pesar de que por cierto tiempo nadie supo quienes eran.
Un par de meses después del Ozzfest, el disco ve la luz y la rompe por todos lados.
Y a pesar de que Slipknot tiene una mezcla de estilos entre el Death, el Heavy, el Thrash, y un sinfín de etcétera, lamentablemente para la crítica fácil van a ser newmetaleros, el haber nacido en los años de esa corriente les produjo ese cáncer que no se lo pudieron curar nunca.
Nota: la edición de este post es la 10th Anniversary, por eso hay 25 tracks.
No hay mucho que decir más que en el 1994 los Skynyrd sacan este «rejunte» o «grandes éxitos acústicos» con otro nombre para que pegue mejor sumado a alguna que otra canción nueva para que no parezca que laburaron poco. De todas formas, yo lo uso siempre para viajar y funciona muy bien.
Y ese es todo el paréntesis rockero que tiene mi viejo en su vida folclórico-musical. Si señores, está en el ADN. CCR es una de mis bandas favoritas de todos los tiempos y el Mardi Gras, el disco de hoy, fue el mejor broche que se le puede dar a una veloz carrera de sólo cinco años de vida y dejar terribles gemas en el tiempo que hoy a 46 años más tarde se siguen escuchando… Ahora el año que viene voy a tener que actualizar este post…
Se cae de maduro que habiendo sido el último, fue el disco más conflictivo de la banda. En éste John Fogerty solamente va a cantar en tres canciones, digamos entre conflictos de intereses la banda llega a un acuerdo «comunista-creativo» al estilo «muchachos, hacemos tantos temas cada uno, las colaboraciones son -yo toco la guitarra pero rítimica, toco la batería en tu tema pero solamente el hit-hat, vos tocás el redoblante y cobramos así»-un desastre-. Se veía venir el colapso…
Entonces escuchamos a un Stu Cook y a un Doug Clifford que sin tener sus respectivas gargantas curtidas en el asunto, tratan de darle todo el corazón a lo que estaban creando.
Si bien el disco en su época tiene un éxito moderado, las críticas no fueron correspondidas y sepultaron al disco, como la misma banda a fin de la gira presentación, que diría «Adiós» para separar a John Fogerty para hacer su carrera por separado y al resto de los Creedence colgarse del nombre para hacer giras interminables.