Nightwish es una banda sin identidad hoy en día, la supo tener, y muy bien definida, su mezcla de Power y clásica con una pizca de Doom, órganos de iglesia, más Tarja Turunen era una combinación explosiva, y esto quedó plasmado en la discografía del grupo. En Oceanborn, el segundo álbum de los fineses, los ambientes son todos distintos de acuerdo con el tema, es difícil que no te termine gustando, en este disco hay GEMAS de la composición y para citar algunas están Stargazers, Sacrament Of Wilderness, Passion and The Opera, Walking In The Air y Sleeping Sun que es un monumento, en mi opinión personal creo que si con una 45 en la cabeza me hacen elegir una sola canción de Nighwhish en toda la discografía opto por ésta última. Nightwish como banda, no es altamente virtuosa, sacando a Tarja obviamente, pero la conjunción de todos los integrantes, junto a las composiciones forma una banda sólida y efectiva. Y que se entienda que hablo en presente estando en el 1998 porque ahora según leí ni cantante tienen… Mañana se viene un clásico de clásicos! imposible no tener lo que se viene mañana. Que conste que son las 03:20 AM.
Con “Century Child”, Nightwish se encaminaba a la cumbre de la carrera. 2002 era un año para disfrutar, giras y giras, contratos con Nuclear Blast, discos de Oro, Platino y difusión mundial. A raíz del ingreso de Marco Hietala (bajista, reeplazo de Sami Vämskä), nuestro amigo Tuomas Holopainen (Teclado y cabeza principal de la banda) se empapa de gusto y para el próximo trabajo le otorga mucho protagonismo. Que pasa? Marco mete Heavy por todos los rincones y eso ayuda de sobremanera a levantar el estilo Power Sinfónico que venía estancando musicalmente a la banda.
En el año 2004, luego de giras y descansos, con una Tarja muchísimo más profesional en las labores vocales y personales (ya se había casado con Marcelo Cabulli, gran responsable creo yo de lo que vendrá después), la banda saca a la luz “Once” y trepa hasta la cima de lo que sería la carrera llegando al punto de quiebre de lo que musicalmente nos tenían acostumbrados. Con protagonismo vocal del bueno de Marco, haciendo de antítesis de la voz de Tarja en varias canciones y un sonido mucho más pesado saliendo de la viola de Emppu Vuorinen, consolidan una evolución que se venía gestando desde la anterior placa.
El éxito es mundial, discos de platino por debajo de la alfombra, giras por todos los rincones y luego… el desastre. Finalizando esta gira llamada “Once Upon a Tour” en el Hartwall Areena de Finlandia, y esto lo leí en una revista relatado por la misma Tarja, Tuomas le entrega apenas cierra el concierto una carta a Tarja diciéndole “Abrila mañana por la mañana”, ellos se van de joda y Tarja a dormir, el sol entra por la ventana y Tarja abre el sobre, en ella relata que la volaron de la banda por que se creía una diva y tenía aires que no daban con el perfil de lo que ellos demostraban y bla bla bla. El malvado de Tuomas, además de dársela a ella, la publica en la página oficial de Nightwish y obviamente se pudre todo. En fin… ese último recital saldría en DVD llamado “End of an Era”.
Analicemos lo que nos trae Once y el porqué de este éxito.
Muestra de la pesadez que hablaba antes, es “Dark Chest Of Wonders” el primer tema del disco, Emppu castiga con machaque puro y Jukka Nevalainen (que no lo había nombrado todavía) demuestra que está mucho más aceitado con la bata. Las voces líricas de coros se oyen pero Tarja canta con una voz mucho más personal sin ser tan operística. El cambio de tiempo que tiene promediando el tema te hace sacudir el cerebro. Una joya de verdad.
“Wish I Had An Angel” es algo inexplicable por los pumps de sintetizadores que tiene, parece una canción para hacer ejercicio en el gimnasio. Pero, pero, pero, Marco hace su aparición y a tanto ritmito le mete esa voz salvaje, ebria de cerveza caliente y cambia el panorama. Emppu por su parte sigue dando cátedra de pesadez no defraudando. Pero el ritmo Tuomas, que carajo te pasó por la cabeza!.
“Nemo” fue lanzado como single, y no hay desperdicio. Tarja sabe lo que hace, y enamora con su voz, además de lo linda que es. El clima amoroso oscuro atrae desde el comienzo con las teclas y ni te digo del final, emociona la melodía que larga Tuomas de los dedos.
El coro operístico y los matices sinfónicos que nunca abandonaron a la banda dan comienzo a “Planet Hell” pero todo se transforma cuando Marco Hietala demuestra que el tipo tiene huevos para cantar y arranca el Heavy por la carretera. Tarja lo secunda esta vez sin quedar atrás, aunque Marco la rompe con su voz personal, otro de los mejores temas.
Promediando el disco aparece “Creek Mary’s Blood” comenzando con percusiones, vientos y cantos tribales, vaya a saber de dónde. Es un tema con cuerdas acústicas y voces muy tranquilas de Tarja, si lo miras de costado parece de Blackmore’s Night, pero con un poco más de polenta en el final, y sin Ricardo Masnegro obviamente. El relato del final es muy evitable…
“The Siren” te hace volver al carril del principio. Emppu mete gancho a lo loco con esos riffs más pesados que el temperamento de Tuomas. Tarja verdaderamente encanta con su coro de sirena, mientras Marco te devuelve los pies a la tierra antes de que te ahogues.
Da la sensación de que Emppu estuvo mamando mucho Doom cuando creó las violas de “Dead Gardens”, los riffs pesados y gordos que tira son própios del género, no con el tempo que requiere eso sí, pero es garantía de que Tarja se encargue siempre de firmar en el final del papel de que esto es Nightwish, aunque no el de siempre…
“Romanticide” es sin dudas la más Heavy del disco en sus partes instrumentales, acá si hay pesadez que deja volando a Tarja en la balanza y a la música la deja clavada en el piso. Sinceramente te hace explotar la cabeza y sorprende que predomine esto a lo lírico acostumbrado.
Los orígenes de Nightwish vuelven de la mano de “Ghost Love Score”, y con esto vuelven los coros de fondo, las cuerdas, los vientos, los cambios de tiempo, el Symphonic Metal resumiendo. Promediando la canción, hace aparición un ambiente cinematográfico al estilo de Disney que más tarde se mezclará con power metal haciendo una mezcla que no desentona. Muy lindo tema.
Pará que lo leo bien para no errarle “Kuolema Tekee Taiteilijan” listo. Es un tema totalmente en finés. Una melodía relajante con órganos sampleando todo lo que te imagines que pueda caber en una cosa así excepto un contrabajo que oficia de solista en la mitad. A pesar del palo a Tuomas, es muy lindo como Tarja te baja los decibeles con su idioma autóctono.
Y finalizamos con “Higher Than Hope” que comienza con el sonido del viento que deja el final de “Kuolema…” es más notoria la melodía de raíz nórdica. Ahora cuando explota, explota. Se transforma en lo mismo pero con la batería marcando de fondo y la viola, diría que molestando la majestuosidad que le da Tarja a la melodía.
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